Meditaciones

Meditación sobre el amor

  • Sentarse: tranquilo y cómodamente, con buen enraizamiento de pies a caderas y proyección de la columna vertebral buscando la vertical; rota los hombros hacia atrás para abrir el espacio respiratorio y relaja el pecho; la barbilla ligeramente replegada y proyecta la coronilla al cielo.
  • Observarse: las manos abiertas, una encima de la otra y apoyadas sobre el corazón, como abrazándolo; los ojos cerrados suavemente, la lengua relajada y una suave sonrisa en los labios.
    El corazón blandito y esponjoso como un algodón.
  • Centrarse: observa tu respiración y cómo se va haciendo cada vez más lenta, silenciosa y profunda. La atención al corazón, al inspirar lo lleno de amor y al expulsar lo reparto por todo mi cuerpo hasta los dedos de los pies y la cabeza. 
  • Objeto de meditación sobre el amor: repite internamente las frase siguientes dirigidas a tu corazón:
    ‘Que mi corazón se llene de amor, me siento bien, en paz y relajado, soy feliz´
    Repetiremos las frases una y otra vez dejando que los mensajes impregnen tu cuerpo, mente y corazón, acompañados de espacios breves de silencio entre ellos.
    De nuevo, inspira llenando tu corazón de amor y espira repartiéndolo por todo tu cuerpo.
  • Silencio e integración: Contemplar y gozar las sensaciones de amor en todo tu cuerpo. Podemos compartir con los compañeros un amoroso abrazo al levantarte.

Meditación sobre la sonrisa de nuestro cuerpo

  • Sentarse: tranquilo y cómodamente, con buen enraizamiento de pies a caderas y proyección de la columna vertebral buscando la vertical; rota los hombros hacia atrás para abrir el espacio respiratorio y relaja el pecho; la barbilla ligeramente replegada y proyecta la coronilla al cielo. 
    Otra opción, puedes tumbarte en la postura de relajación.
  • Observarse: la columna en la vertical, sonriente, hermosa y flexible, como el tallo de una amapola.
    Las manos apoyadas en las rodillas, poniendo en contacto la punta del pulgar e indice de ambas manos, con las palmas hacia el cielo, Chin Mudra o el gesto del conocimiento; los ojos cerrados, las comisuras de tus labios con una suave sonrisa y el corazón sonriente.
  • Centrarse: observa tu respiración y como se va haciendo cada vez más lenta, silenciosa y profunda. Al inspirar sonríe y al expulsar deja que el cuerpo se relaje.
  • Objeto de meditación sobre la sonrisa de nuestro cuerpo: al inspirar localizas una zona u órgano de tu cuerpo y al expulsar siente que generas su sonrisa. Realizamos varias respiraciones en ella y tras una pausa cambiamos de zona u órgano.
  1. Recorrido por Zonas: los pies, las piernas, los brazos, las manos, la pelvis, el abdomen, la espalda, el pecho, las escápulas, el cuello, la frente y al final nos quedaremos tranquilamente unas respiraciones más, disfrutando de la sonrisa de tu cuerpo.
  2. Recorrido por órganos: órganos genitales, intestinos, vejiga, estómago, hígado, bazo, riñones, pulmones, corazón y cerebro donde nos quedaremos tranquilamente unas respiraciones más, disfrutando de la sonrisa de tu cuerpo.
  • Silencio e integración: después de un espacio de silencio grupal abrimos los ojos y mostramos a los compañeros la mejor de nuestras sonrisas.
    También podemos realizar entre todos un dibujo mural que represente un cuerpo sonriente.

Meditación sobre la mente como un foco de luz

  • Sentarse: tranquilo y cómodamente, con buen enraizamiento de pies a caderas y proyección de la columna vertebral buscando la vertical; rota los hombros hacia atrás para abrir el espacio respiratorio y relaja el pecho; la barbilla ligeramente replegada y proyecta la coronilla al cielo.
  • Observarse: las manos apoyadas en las rodillas, poniendo en contacto la punta del pulgar e indice de ambas manos, con las palmas hacia la tierra, Jñana Mudra o el gesto del conocimiento.
    Los ojos cerrados, dirigiendo la mirada hacia el entrecejo, inspirando y expulsando en él.
  • Centrarse: observa tu respiración y como se va haciendo cada vez más lenta, silenciosa y profunda. Inspira en el entrecejo recibiendo luz dorada del sol y al expulsar deja que dicha luz bañe  tu mente.
  • Objeto de meditación la mente como un foco de luz: Inspira en el entrecejo recibiendo luz dorada del sol y al expulsar proyectas como un foco de luz, hacia la imagen elegida (familiares, compañeros, amigos, vecinos, el mundo…) haciendo llegar la luz sanadora, compasiva y amorosa.
  •   Silencio e integración: Contemplar y sentir la sensación que te queda en la mente tras haber generado la compasión.
    También puedes decir una palabra de cómo te sientes para compartirla con tus compañeros.
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